
por 19640 Noticias
Un vecino de Río Grande relató en FM Radio del Pueblo su experiencia al visitar Punta Arenas el pasado fin de semana. Emilio Welsch compartió los precios que encontró en supermercados chilenos y los comparó con los valores locales, haciendo foco en la carne y la cerveza. La enorme brecha en los costos volvió a encender la polémica sobre el precio de los alimentos en la Argentina y el impacto en el bolsillo de los fueguinos.
En ese marco, esta mañana Emilio puntualizó en la observación que hizo en su viaje "uno va atento a todo y lo que más me impactó fue el precio de la carne. No es que uno no se fije, pero esta vez me llevé una sorpresa enorme”, expresó al iniciar su relato.
En ese punto, señaló su asombro de esta forma "fui al supermercado y me encontré con carne argentina, paraguaya y brasilera a precios que en Argentina no existen”.
Entonces, Emilio detalló que un cartel exhibía cortes de carne importada a $6.990 pesos chilenos el kilo, lo que convertido a moneda argentina ronda los 8.249 pesos. Por lo tanto, refirió a los precios locales "acá no baja de los $15.000. Allá es carne de exportación, incluso traída desde Buenos Aires y aún así cuesta casi la mitad”, sostuvo indignado.
Además, destacó que “la cerveza nacional estaba $580 pesos chilenos, unos $600 o $700 pesos argentinos, mientras que en Río Grande no baja de los $2.000”.
“Vi varias marcas, incluso las más caras que acá te cuestan $3.000 cada una, allá las seis botellas salen $4.800 pesos chilenos. Es decir, en Río Grande, ese pack te cuesta casi $20.000 pesos”, agregó.
Tras notar la diferencia abismal de precios, dijo “le saqué fotos a los carteles y se las mandé a amigos carniceros para que vean la diferencia, pero también el producto, porque la calidad es la misma o mejor. No se entiende cómo el mismo corte, viajando desde Buenos Aires a Chile, termina siendo más barato allá que en nuestra propia provincia”, subrayó.
Respecto a los argumentos habituales sobre los sobrecostos, el entrevistado fue categórico “siempre dicen que sube el flete, que no puede pasar carne con hueso, que hay que mantener el estatus sanitario, pero al final todas esas excusas se traducen en algo, afecta a nuestro bolsillo”.
“En muchos locales de acá se vende carne enfriada, envasada al vacío, que debería ser más barata, porque no tiene hueso, no tiene desperdicio y sin embargo vale lo mismo o más”, cerró Emilio.