
Estas medidas no solo atentan contra el desarrollo económico y la soberanía industrial de nuestra región, sino que también ponen en riesgo miles de puestos de trabajo, que afectan directamente a las familias fueguinas y desprecian décadas de esfuerzo por consolidar un polo productivo estratégico para el país, donde sólo tenemos la oportunidad de seguir consolidando soberanía.
La promoción industrial en Tierra del Fuego no es un privilegio, sino una herramienta federal que ha demostrado su valor como motor de empleo, desarrollo tecnológico y arraigo en una región históricamente postergada. Desconocer esta realidad es una muestra más del desprecio por el interior profundo y por la necesidad de construir un país verdaderamente equitativo y undo y po federal.
Rechazamos firmemente cualquier intento de desmantelar el régimen vigente sin un proceso de diálogo serio, transparente y participativo con todos los sectores involucrados. Tierra del Fuego no está dispuesta a pagar los costos de políticas centralistas que ignoran nuestra historia y nuestra identidad.
Exigimos al Gobierno Nacional que rectifique su postura y convoque de forma urgente a una mesa de trabajo que respete la voz de la provincia, sus autoridades, sus trabajadores y su comunidad.
NADIE SE SALVA SOLO!
Sindicato de camioneros Tierra del Fuego