
El Gobierno pretende seguir adelante y no dar marcha atrás con la baja de aranceles de la importación de los celulares, medida con impacto directo en los fabricantes de Tierra del Fuego, provincia que, a través de su gobernador Gustavo Melella comenzó a emitir las primeras advertencias contra la Casa Rosada y puso como posibilidad latente de judicializar la medida, que podría salir mañana vía decreto en el Boletín Oficial.
Y es que durante las últimas horas comenzaron a configurarse las primeras demostraciones de fuerza en la isla provincial. Por caso, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) inició un paro por tiempo indeterminado y advierte que podría escalar, pero desde Buenos Aires los libertarios aseguran que la medida sigue su curso.
“Es la medida más popular que podemos hacer”, indicó un alto funcionario al referirse al decreto que saldrá mañana. En la conferencia de prensa del martes, el vocero presidencial, Manuel Adorni, había justificado la baja arancelaria de los celulares importados al tildar de ridícula “la situación de gente que paga un avión y un hotel para comprar algo tan básico como un celular en otro país, y aun así le sale más barato que comprarlo en Argentina”.
El anuncio consta de la eliminación del arancel de 16% a la importación de los celulares, la cual constará de dos etapas. En la primera, se van a bajar los aranceles del 16 al 8% y tendrá un efecto inmediato este viernes. En la segunda, se eliminarán los aranceles por completo y tendrán efecto a partir del 15 de enero del año que viene, del 2026.
Adicionalmente, se bajarán también los impuestos internos que pagan los celulares, televisores y aires acondicionados importados, del 19 al 9,5%; y para los producidos en Tierra del Fuego, del 9,5% al 0%.