
por MINUTO FUEGUINO
Este trabajador de la construcción fue despedido el pasado 10 de junio por la empresa Zapco, vinculada a importantes obras públicas en la provincia, y hasta el momento no logró percibir ni su liquidación final ni las dos quincenas adeudadas. "Hoy me levanté temprano, a las 7.40 una combi me levantó en la ruta y me dejó en el centro. De ahí caminé hasta la oficina en Margen Sur. Sali sin un peso y ahora vuelvo a dedo como vine", contó con resignación, mientras un periodista que lo cruzó casualmente en una estación de servicio le ofrecía llevarlo.
Doroteo relató además que su trabajo no solo era hacer asfalto en las rutas fueguinas, sino también desempeñarse como sereno en la planta. Incluso, durante tres meses, permitió que la empresa utilizara el patio de su propia vivienda en Tolhuin para guardar maquinarias, sin recibir jamás compensación alguna por ello. "Nunca me dieron ni para un caramelo", lamentó.
Según calcula, la deuda total que mantiene la constructora con él ronda los cinco millones de pesos. Cansado de la indiferencia, el obrero contó que intentó comunicarse varias veces con Fernando Zapata, dueño de Zapco, pero solo obtuvo silencio. "Le mandé mensajes, no me responde. Hoy fui a la oficina a ver si alguien me daba una explicación y me dijeron que no saben nada, todos se lavan las manos", afirmó con amargura.
Finalmente, tras un nuevo viaje infructuoso, Doroteo aseguró que está decidido a dar el siguiente paso: "Mucho tiempo esperé. Ahora voy a poner un abogado para mover esto". Minutos después, una combi solidaria lo acercó de regreso a Tolhuin, mientras sigue aguardando una respuesta que nunca llega.