
Según la investigación, la empresa intentó ingresar al pais dispositivos sin valor ni utilidad real, presentándolos como si fueran placas de video. Estas operaciones quedaron al descubierto gracias a controles aduaneros que evidenciaron la falsedad de la documentación presentada.
En el proceso judicial fueron alcanzados dos directivos de KMG con domicilio en Buenos Aires, la propia compañía como persona juridica, una despachante de aduana de Río Grande y el socio gerente de otra firma, Ingeniería 65 S.R.L., asentada en Ushuaia, que habría facilitado su nombre en una de las operaciones investigadas.
Todos los implicados enfrentarán cargos por contrabando agravado, delito que contempla penas más severas al haberse utilizado documentos falsificados y por el alto valor económico de la mercadería involucrada.
De esta manera, la causa avanza hacia la instancia oral, donde se determinarán las responsabilidades penales de los acusados en un caso que expone las estrategias fraudulentas utilizadas para ingresar productos inexistentes bajo apariencia de -componentes tecnológicos.