
por Red 23 Noticias
La justicia federal elevó a juicio oral la causa por contrabando agravado que involucra a directivos de KMG Fueguina SA, una despachante de aduana de Río Grande y un socio gerente de Ingeniería 65 SRL de Ushuaia. El expediente, instruido por la jueza Mariel Borruto, pasó ahora al Tribunal Oral Federal de Ushuaia. Según explicó en FM Del Pueblo, el secretario del Juzgado Federal, Dr. Juan Vicente, se trata de “una causa compleja, con múltiples planteos de nulidad, apelaciones y pedidos de información internacional”.
La maniobra consistió en simular una importación desde China de supuestas placas de video de alta gama, facturadas por una firma estadounidense radicada en Delaware, por un valor de 1,5 millones de dólares. En realidad, los equipos no funcionaban y eran apenas carcasas vacías.
“Parecían placas reales. El packaging era profesional y buscaba inducir al engaño, pero en el interior no había nada operativo”, afirmó Vicente.
Uno de los aspectos más llamativos fue que las facturas se emitieron en marzo de 2020, dos meses antes de la constitución de la empresa proveedora, lo que despertó sospechas inmediatas en la Aduana. La Dirección General de Aduanas colocó la operación en “canal rojo” para su verificación exhaustiva y posteriormente denunció el hecho como contrabando agravado.
Además del uso de documentación falsa, la operación buscaba aprovechar la brecha entre el dólar oficial y el contado con liquidación para obtener una ganancia ilícita estimada en 300 millones de pesos.
“Accedían al mercado único de cambios con destino Tierra del Fuego, para girar divisas a una empresa importadora en el exterior por productos que no tenían valor real”, detalló Vicente.
Las placas eran de una marca inexistente y solo se encontraban en una web hospedada en Rosario, bajo titularidad de uno de los socios de KMG. Para el secretario judicial, esto fue una evidencia clave de que las placas “no tenían un valor comercial genuino”.
Finalmente, Vicente destacó el rol preventivo de la Aduana para detectar la maniobra y subrayó que su desarticulación “sirve para desmitificar que toda la industria fueguina opera de manera fraudulenta”.
“Siempre existió el mito de que Tierra del Fuego se usa para simular importaciones y fugar dólares. Este caso demuestra que el sistema de control funciona y que se puede dar certeza a quienes trabajan dentro del régimen legal”, concluyó.
El juicio oral pondrá en el centro del debate un esquema de fraude que, de haberse concretado, habría representado una fuga millonaria de divisas bajo el amparo de beneficios fiscales.