
La controversia en torno al vuelo de la aerolínea LATAM que une Punta Arenas con las Islas Malvinas, con escala en Ushuaia, ha alcanzado un punto de máxima tensión este fin de semana. Lo que comenzó como un simple cambio de ruta por reparaciones en el aeropuerto de Río Gallegos, se ha convertido en un conflicto de soberanía simbólica, con un ultimátum del gobierno de Tierra del Fuego a la empresa.
El epicentro de la disputa es la negativa de LATAM a reconocer públicamente en su plataforma web global el nombre oficial del aeropuerto de Ushuaia, “Malvinas Argentinas”.
LATAM respeta el nombre oficial de todos los aeropuertos, menos el de Ushuaia. Debajo de donde dice Ushuaia, USH - Argentina, aparecer Ushuaia y no "Malvinas Argentinas".
Esta omisión, que ha sido denunciada por medios como Agenda Malvinas, no es otra cosa que una cesión a las exigencias del gobierno colonial británico, que logró hasta el momento; evitar cualquier vínculo explícito de la ruta con la reivindicación argentina sobre las islas.
Ultimátum y acción oficial
El sábado a primera hora el gobernador de la provincia de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, lanzó un ultimátum dirigido a la compañía aérea: “Si LATAM no reconoce el nombre de nuestro aeropuerto que se despida de Ushuaia”, advirtió. Esta postura fue respaldada por las autoridades aeroportuarias, quienes exigieron que en las pantallas de horarios de vuelo se exhibieran nombres MALVINAS ARGENTINAS o PUERTO ARGENTINO.
Hoy domingo, el vuelo inicialmente cancelado por los fuertes vientos de ayer sábado, arribó a las 12:10 a Ushuaia