
"La verdad estoy muy contento del logro, no es solamente mío, es de mi familia, principalmente ellos me han apoyado muchísimo a lo largo de muchos años. Y no solamente de mi familia, también amigos, la gente de mi provincia, la gente de Río Grande que me ha acompañado, que me ha ayudado, ha aportado en lo poco, en lo mucho, y la verdad que estoy muy agradecido porque esta medalla representa la unidad de nuestra comunidad."
En cuanto a la competencia, Horacio explicó que disputó solo dos combates: semifinal y final. "La semifinal fue con un muchacho de Entre Rios, un luchador bastante fuerte, y la final me tocó con un luchador de Ciudad de Buenos Aires, representante de Boca, que también ha sido representante de la selección nacional. Sabía que iba a ser una lucha complicada."
Su preparación diaria es intensa y rigurosa: "Uno normalmente tiene tres entrenamientos por día, de lunes a sábado, reduciéndose a uno o dos estímulos los sábados. Esto incluye trabajo físico tres o cuatro veces por semana y entrenamiento técnico-táctico, que es trabajo de colchón, arrojes, simulacros de combate, etcétera. La dieta se mantiene acorde a lo que se puede conseguir, y se recurre a suplementación, porque muchas veces lo que ofrece el Senar no alcanza. Yo entreno en Río Grande, en la Escuela Municipal de Lucha, con dos estímulos diarios de lucha y uno de parte física en el gimnasio."
Sobre la importancia de la suplementación, agregó: "A veces cuando llegas a un nivel necesitas ese plus del suplemento, ya sea creatina, proteína, aminoácidos. En mi caso, tuve que subir de peso y ganar masa muscular, por lo que necesito proteína de calidad. Con este plus de suplemento se compensa lo que es difícil de conseguir con la alimentación normal."
Horacio también remarcó el papel de su familia y de la comunidad en su carrera deportiva: "No tengo ningún sponsor, mi sponsor principal se llama mamá, papá y mis abuelos. Mis gastos corren por mi sueldo como entrenador de lucha. Cada tanto la Secretaría de Deporte o el municipio tiene un estímulo de ayuda, pero por ahora es a pulmón.
Este deporte ya está instalado en el país hace años, y con mi familia hemos hecho un trabajo importante. Hemos tenido medallas en Juegos de Evita, campeones en Juegos Patagónicos, y representantes a nivel nacional con medallas de oro. En el próximo Sudamericano participarán Natanael Criado, campeón nacional; Álvaro Miranda, mi hermano, que está en el proyecto de los Juegos Olímpicos de la Juventud, campeón nacional también, y yo. Ahí podré tener nuevamente a mi papá en la esquina acompañándonos"
Finalmente, reflexionó sobre el valor del deporte en la juventud: "Como comunidad tenemos que aportar nuestro grano de arena en lo poco, en lo mucho. Yo trato de transmitir valores a mis chicos, no solamente a ellos, sino a colegas deportistas o a quien quiera escucharme. Es importante que el deporte pueda trascender de una manera que no sea solamente visual y romántica, política. Muchos hablan de salud mental, de sacar a los pibes de la calle, de oportunidades, y la realidad es que esas cosas se invisibilizan. No tenemos la capacidad de decir vamos por este lado sin desprestigiar el deporte, porque la verdad es que el deporte se toma como chiste y se toma como algo de lo cual se pueden agarrar muchos para decir que se hacen las cosas bien."