
La provincia de Tierra del Fuego fue escenario de una masiva demostración de fuerza en contra de las políticas de ajuste del Gobierno Nacional. En Río Grande, la concentración principal se llevó a cabo en la Plaza de las Américas, donde se leyeron duros discursos y el documento nacional "El sueño de un país, el grito de una nación". El presidente del Centro de Estudiantes de la UTN fueguina, Julio Lozano, destacó el impacto del recorte presupuestario que ya alcanza el 35% en salarios y el 30% en becas, y calificó el veto presidencial como un "ataque al derecho a la educación".
Lozano también criticó abiertamente a los diputados fueguinos Garramuño y Pauli por votar a favor del veto, señalando que "le dieron la espalda a miles de estudiantes y trabajadores fueguinos". En un llamado a la unidad, concluyó que "defender la universidad pública es defender la democracia, la soberanía y el derecho de las próximas generaciones".
Por su parte, el Licenciado Fabio Seleme, secretario de Cultura y Extensión Universitaria de la UTN, se mostró satisfecho con el rechazo al veto por parte de la Cámara de Diputados, aunque expresó su preocupación por la situación económica general y el constante debate sobre "migajas" en lugar de "crecimiento e innovación". Seleme subrayó que la universidad ha recuperado su lugar como una institución valiosa y querida por la sociedad, que "da esperanza, genera conocimiento y oportunidades para todos". Esta percepción, según él, explica la gran convocatoria, incluso en ciudades con sedes universitarias relativamente pequeñas.
La marcha en Tierra del Fuego se enmarca en un contexto nacional de protestas que defienden el sistema científico, la salud pública, y los derechos de los jubilados, demostrando un reclamo colectivo y multitudinario por el cuidado de las instituciones que definen a la Nación. El mensaje de los manifestantes es claro: sin un presupuesto razonable y sin inversión, no hay futuro para la universidad pública ni para el país.