por OSVALDO LOPEZ
La novedad fue que el kirchnerismo por primera vez en mucho tiempo se escindió en
dos propuestas que, sumadas, se quedan con más del 51% de los votos.
Esa suma no se puede hacer a los efectos de la asignación de las Bancas en disputa, pero
sí es válida a la hora de identificar la preferencia mayoritaria del electorado fueguino
que, sin desmedro de los matices entre las dos opciones referidas, sigue eligiendo patria
en vez de colonia, industria nacional en vez de importaciones, empleo con salarios
dignos en vez de precarización.
En contraste, y sin perjuicio de los diferentes escenarios, Milei perdió en la provincia
varios puntos respecto de noviembre de 2023.
Se entiende que en esta coyuntura ambas propuestas no se pudieran juntar, porque
puesto el caso fueguino en contexto del panorama nacional, el ascenso del macrismo en
2015 y del mileísmo en 2023 vienen señalando que el modelo kirchnerista de los años
2003/2015 cumplió un ciclo que se agotó y que ya no da respuesta a las nuevas
demandas de una sociedad que cambia y evoluciona constantemente. La autocrítica no
implica negar reconocimiento a nadie ni invalidar todo lo que se hizo sino, simplemente,
entender que se correspondió con una época pasada.
Mientras La Cámpora se resiste a la actualización del programa y a la renovación de
cuadros y místicas militantes, emergen opciones internas superadoras que consolidan
un piso propio, independiente de Cristina, que no tienen techo y tienen todo para crecer,
que no se estancan en la nostalgia de ‘la década ganada’ y que son permeables a recoger
el guante y escuchar el mensaje de la urna, como son los casos de Axel Kicillof a nivel
nacional y Martín Pérez en Tierra del Fuego.
El camino no es fácil pero viene siendo necesario; quienes quieren y saben ver y escuchar
podrán tener el coraje de acometer el desafío; quienes prefieren el confort de repetir el
caset que el electorado viene rechazando desde hace ya diez años, seguirán impidiendo
que la representación política de las mayorías populares vuelva a gobernar.
Banca más, Banca menos, está claro que Milei va a seguir siendo fiel a sus ideas y
gobernando a favor de la concentración económica, la destrucción del trabajo vía
apertura de importaciones y la fuga de divisas vía endeudamiento. La cuestión va más
allá de la coyuntura y ahí es donde el modelo de Máximo Kirchner que a nivel local
representa Walter Vuoto a quien se alía por momentos Gustavo Melella, se muestra
incapaz de movilizar el entusiasmo de la nueva mayoría que hace falta amalgamar para
recuperar la sintonía y el entendimiento entre el pueblo y su representación política. Está claro que la renovación no reniega de la unidad, pero también que habrá que ver
las condiciones que se puedan generar y qué papel debe jugar cada sector porque el
mero rejunte ‘en contra de’ no fue suficiente en 2019. Por lo pronto, y de mínima, parece
inconsistente declamar unidad sin actualización de programa a partir de la autocrítica
que, entre otras cosas, acepte que nuestro pueblo valora el control de la inflación y la
contención del déficit presupuestario, más allá de que se puedan discutir los medios
para tales fines. Si no podemos dar ese paso le seguiremos hablando a una sociedad que
ya no existe.
La parición de lo nuevo no acontece en un lecho de rosas pero si no hay quienes tomen
el bastón de mariscal con la fortaleza para amortiguar los embates del pasado que se
resiste a ocupar su lugar, habrá Milei para rato, con sus implicancias ya bastante
conocidas.
Osvaldo LOPEZ – Nuevo Encuentro en Frente Defendamos Tierra del Fuego.