Tolhuin vivió una jornada histórica. En la madrugada del viernes nació Ignacio Rubén Martínez, el primer bebé en llegar al mundo en el Centro Modular de Tolhuin, un hecho que despierta orgullo y esperanza en la comunidad. Su nacimiento no solo representa una alegría familiar, sino también un símbolo de conquista social: el derecho a nacer en la propia ciudad.
La mamá, Anahí Ozuna, se encontraba internada por controles de rutina cuando comenzó el trabajo de parto. Ante la rápida evolución, el equipo médico del Centro Modular actuó con celeridad y profesionalismo.
A las 7:14 de la mañana, Ignacio Rubén nació en perfectas condiciones, con un peso de 3,260 kilos, marcando así un capítulo trascendental para la salud pública de Tolhuin.
El parto fue atendido por un equipo de profesionales comprometidos con el bienestar materno-infantil:
Gracias a su actuación coordinada, el procedimiento se desarrolló sin complicaciones.
Tanto la madre como el bebé fueron trasladados posteriormente a Río Grande para observación y seguimiento, encontrándose ambos en excelente estado de salud y acompañados por su familia.
El nacimiento de Ignacio Rubén reaviva una lucha histórica de los vecinos de Tolhuin: contar con una sala de parto totalmente equipada que permita a las madres dar a luz sin necesidad de ser derivadas a otras ciudades.
Este deseo se remonta a los orígenes mismos del pueblo. Según recordó Omar Nogar, uno de los impulsores del desarrollo de Tolhuin, la idea de fundar un asentamiento en la zona surgió tras asistir a una mujer embarazada en plena ruta entre Ushuaia y Río Grande.
Más de medio siglo después, el sueño original de aquel episodio fundacional se hace realidad con este primer nacimiento en suelo tolhuinense.
Este acontecimiento trasciende lo médico: representa avance, compromiso y futuro. El nacimiento de Ignacio Rubén Martínez es una señal clara de que Tolhuin crece y fortalece su identidad, defendiendo el derecho de sus familias a recibir atención integral sin abandonar su lugar de pertenencia. Un bebé que nació donde late el Corazón de la Isla, recordándole a todos que Tolhuin merece seguir naciendo en Tolhuin.