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La convocatoria de la Confederación General del Trabajo (CGT) a una movilización nacional en rechazo a la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional encontró eco en Tierra del Fuego.
Así lo confirmó Guillermo Vargas, referente del Sindicato de Camioneros, quien en diálogo con FM La Isla detalló el posicionamiento de la central obrera, el esquema de protesta previsto en la provincia y el contexto económico y laboral que, según advirtió, atraviesa uno de sus momentos más delicados en años.
La medida, que tendrá su expresión central en Plaza de Mayo, fue extendida a todas las seccionales del país, incluida Tierra del Fuego, en un intento de unificar criterios frente a un paquete de reformas que el movimiento obrero considera regresivo.
“La CGT hoy está trabajando mancomunadamente con una decisión política que se está llevando a nivel nacional”, sostuvo Vargas, al remarcar que “la provincia acompaña una estrategia definida desde la conducción nacional”.
Rechazo total a la reforma laboral
Vargas fue categórico al definir la postura gremial al marcar el “rechazo total a la reforma laboral”, aunque aclaró que “dentro de la CGT conviven miradas distintas sobre algunos aspectos puntuales”.
“Somos respetuosos de la opinión de cada gremio. Hay cosas con las que algunos están de acuerdo y otras con las que no”, señaló, aunque subrayó que el eje central es el “impacto negativo que la iniciativa tendrá sobre el empleo”.
En ese sentido, advirtió que “la situación laboral en Tierra del Fuego y particularmente en el sector industrial de Río Grande ya es crítica y que la reforma no hará más que profundizarla”.
Por tal motivo, dijo que “no pasa por un buen momento y tampoco lo va a pasar el próximo año, y menos con la reforma laboral”, alertó.
Despidos, suspensiones y un impacto transversal
Para el dirigente camionero, el problema excede a un sector puntual porque “la caída del empleo impacta directamente en el consumo, en la actividad comercial y en toda la economía provincial”.
En este marco, dijo que “no se trata solo del cierre de empresas o de la pérdida de un puesto de trabajo, hay un sector mayoritario del norte de la isla que está siendo amenazado”, explicó.
Asimismo, sostuvo que “la movilización no es solo una expresión de rechazo, sino también una instancia para discutir el modelo productivo y laboral que se está configurando, el impacto es general, no hay un panorama alentador”, resumió.
Críticas al discurso oficial y al “avasallamiento mediático”
Uno de los tramos más duros de la entrevista estuvo dirigido al Gobierno nacional y a La Libertad Avanza, a quienes Vargas acusó de “impulsar un relato” que, según afirmó, no “se condice con la realidad de los trabajadores”.
“Hay un alto avasallamiento mediático, ornamentado por el Gobierno nacional, a través de redes sociales fantasma, hablando de una modernización laboral inexistente”, denunció.
En esa línea, consideró clave explicar “tanto a trabajadores como a empresarios que la reforma no traerá los beneficios prometidos”.
“El empresario no va a ganar menos ni el trabajador va a ser un esclavo, eso es mentira, el empresario va a pagar igual o más”, explicó, al detallar que “los aportes que dejarían de percibir los sindicatos, en caso de desafiliación, no desaparecen, sino que se redirigen al Estado, principalmente a la ANSES”.
El eje oculto: el desfinanciamiento de las obras sociales
Uno de los puntos más sensibles señalados por Vargas fue el desfinanciamiento del sistema de obras sociales sindicales, al que definió como “uno de los objetivos reales de la reforma”.
La reducción del aporte obligatorio de los trabajadores, del 6% al 5%, sumada a otros cambios estructurales, podría provocar el colapso de un sistema que ya se encuentra en crisis.
“Las obras sociales ya están colapsando”, afirmó.
Para graficar la gravedad del escenario, puso como ejemplo la obra social de Camioneros y al respecto explicó que “tiene una recaudación neta de 20 millones de pesos mensuales, un solo paciente oncológico con un tratamiento grave puede costar 14 millones por mes, no hay sistema que aguante”.
Según explicó, en muchos casos son los “propios sindicatos los que sostienen financieramente a las obras sociales para garantizar la atención de los afiliados, eso pasa en todo el país, los sindicatos acompañan, sostienen, pero esto tiene un límite”, advirtió.
Vargas no dudó en señalar que “la reforma favorece indirectamente a la medicina privada y a las prepagas, y la definió como un pago político” a sectores que acompañaron al oficialismo.
Convocatoria en Río Grande
En el plano operativo, Vargas confirmó que la “CGT Tierra del Fuego convocó a una concentración para este miércoles 18, a las 17 horas, en la delegación de la Secretaría de Trabajo de la Nación en Río Grande”.
La convocatoria es abierta a todas las organizaciones gremiales y no contempla marchas ni concentraciones alternativas.
“No hay ninguna otra convocatoria que no sea la oficial de la CGT”, aclaró, descartando versiones sobre movilizaciones en otros puntos de la ciudad.
Una advertencia política y social
Guillermo Vargas dejó una advertencia clara al manifestar que “la reforma laboral no es un debate técnico aislado, sino una disputa de fondo sobre el modelo de relaciones laborales, el rol de los sindicatos y la protección social de los trabajadores”.
En una provincia atravesada por la incertidumbre industrial, la caída del empleo y un consumo en retroceso, la CGT busca reagrupar fuerzas y marcar un límite político. La movilización, más que un gesto simbólico, aparece como un intento de frenar un avance que, según el dirigente camionero, puede dejar consecuencias profundas y difíciles de revertir para el mundo del trabajo fueguino y nacional.
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