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En comunicación con FM Radio del Pueblo, el concejal del bloque Provincia Grande, Jonatan Bogado, se refirió a la reciente aprobación de la modificación de la Ley 1355 vinculada a la actividad salmonera, analizando el impacto ambiental, el desarrollo productivo, el rol del Estado en los controles y la responsabilidad de los tres poderes en la aplicación de la norma.
En primer lugar, Bogado contextualizó el debate y planteó la necesidad de mirar el tema desde una perspectiva integral al afirmar “Tierra del Fuego tiene el desafío de pensar justamente la diversificación de la matriz productiva”, señalando que se trata de una discusión estructural para el futuro de la provincia.
En esa línea, remarcó la sensibilidad ambiental del territorio fueguino y sostuvo "somos un área con mucha sensibilidad en el ámbito del ecosistema, porque somos una isla, porque estamos rodeados de mar, tenemos los canales, tenemos los lagos, nuestro ecosistema de turba, todo el ecosistema nuestro requiere una atención especial”, subrayó.
Sin embargo, aclaró que la protección ambiental no puede pensarse de manera aislada del desarrollo y expresó "también necesitamos desarrollarnos industrialmente, necesitamos desarrollarnos productivamente, porque es la única fuente que puede generar empleo para los pueblos”, vinculando directamente producción, trabajo y calidad de vida.
A partir de ese diagnóstico, Bogado planteó la necesidad de encontrar puntos de equilibrio y explicó "tenemos que lograr un equilibrio entre esa protección del ambiente que es nuestra casa común, pero también el desarrollo que permita justamente el buen vivir de nuestros ciudadanos”, extendiendo esa mirada no solo a los fueguinos sino a quienes eligen vivir en la provincia.
Más adelante, sostuvo que las normas deben ir acompañadas de controles eficaces y señaló "toda norma que se discuta en favor del desarrollo productivo y la calidad de vida de los habitantes es buena, pero también es necesario generar todas las herramientas de control que nos permitan garantizar que no haya una afectación al medio ambiente”, remarcando el rol activo del Estado.
En ese sentido, advirtió sobre la responsabilidad institucional y afirmó "si uno genera una norma que puede estar muy buena, pero que después se aplica mal desde el Ejecutivo, o que desde el Poder Judicial no acompaña luego con una confirmación de sanciones, queda la pata chueca”, planteando una mirada crítica sobre la implementación de las leyes.
Luego, Bogado insistió en que el desafío no es frenar el desarrollo y sostuvo "lo que no tenemos que hacer es quedarnos estupefactos sin hacer nada, simplemente con el relato o la necesidad de decir que no se puede hacer nada porque todo afecta”, cuestionando las posturas que rechazan cualquier iniciativa productiva.
En esa misma línea, fue contundente al afirmar "no se puede estar constantemente tirando para atrás de la necesidad de desarrollo. Tierra del Fuego necesita desarrollo”, y puso como ejemplo las discusiones en torno a la infraestructura energética de la provincia.
Al respecto, explicó "tenemos una provincia que no está interconectada eléctricamente, tenemos dos usinas, y la verdad que eso no es propicio para el desarrollo”, planteando que el crecimiento productivo requiere debates profundos y decisiones estratégicas.
Por último, Jonatan Bogado sintetizó su postura y concluyó "decir que sí o decir que no es fácil. Lo desafiante es encontrar la armonía, el equilibrio para que haya desarrollo y haya realmente una protección”, cerró.